Coghlan: una sentencia judicial frenó en forma definitiva la construcción en las torres alrededor del Palacio Roccatagliata

La Cámara de Apelaciones ratificó que la obra es inconstitucional porque superó la altura permitida por las leyes porteñas.

La Cámara de Apelaciones ratificó que la obra es inconstitucional porque superó la altura permitida por las leyes porteñas.

La Cámara de Apelaciones que trataba el amparo presentado para detener la construcción de torres en torno al Palacio Roccatagliata de Coghlan (Roosevelt 3101, Comuna 12) emitió un fallo unánime que llama a detener en forma definitiva los trabajos edilicios, informó la fundación Alameda, cuyo referente, el legislador porteño Gustavo Vera (Bien Común), hizo la presentación judicial. El freno es porque, se concluyó, la altura supera lo permitido por las leyes porteñas.

Tras un primer fallo favorable, la Sala II de la Cámara de Apelaciones, integrada por Hugo Zuleta Gabriela Seijas y Esteban Centanaro rechazó los recursos de apelación presentados por la empresa a cargo del emprendimiento inmobiliario (Palacio Roccatagliata SA y Don Delfín SA) y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que confirmó la sentencia de grado, destacan en La Alameda.

El fallo recuerda que “la Legislatura porteña, mediante la ley 4687 de septiembre de 2013, catalogó con Nivel de Protección Cautelar en los términos del artículo 10.3.3. del capítulo 10.3 del Código de Planeamiento Urbano al edificio conocido como Villa Roccatagliata”, al tiempo que se contó que “el inmueble se encontraba incluido en el catálogo preventivo desde 2009”.

En el amparo se argumentó que “la superficie total según FOT (Factor de Ocupación Total) autorizada para la obra supera ampliamente los valores autorizados por el CPU (Código de Planeamiento Urbano). Para calcular el FOT se alegó que el ancho de Balbín era variable y dependía de la ubicación del edificio a construir. A partir de ese criterio, la empresa no consideró el ancho real de la Av. Balbín, de 26 metros, sino que habría tomado un ancho de hasta 60 metros”. Se añadió que “el edificio fue erróneamente caracterizado como de tipología mixta Edificio entre medianeras con perímetro libre, cuando en realidad se trata de un Edificio con perímetro semilibre, lo que permite mantener la altura del edificio al que se adosa (Zapiola 2662, art. 4.4.3). Tomando esos parámetros la altura autorizada en la torre mayor excede 40 metros la legalmente prevista”.

En el fallo se establece “la vinculación entre las regulaciones sobre el planeamiento urbano y el derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano sostenible, basta para admitir una amplia legitimación”. “La opción de dejar toda la Villa cubierta por masas de edificio (la empresa dijo que podían rodear el histórico edificio y dejarlo solo al acceso de propietarios, pero que descartaron la opción), como postula la Dra. del Huerto Aquino (letrada apoderada del GCBA), solo sería posible violando la catalogación dispuesta por la ley 4687. El párrafo es valioso porque demuestra lo insolvente del criterio sostenido por la apoderada del GCBA. Si en el terreno no estuviera la Villa Roccatagiata la superficie edificable sería mayor, por supuesto. Pero esa manera de argumentar evidencia la falsedad de los hechos considerados para dictar los actos cuestionados”, precisaron los jueces.

Se detalló que los demandados “se limitan a argumentar que  la conservación, puesta en valor y el hecho de permitir la vista pública de la Villa Roccatagliata son razones suficientes para fundar la excepción en materia de metros construidos, altura, líneas de edificación, etc., sin asumir que fue la Legislatura de la Ciudad la que dio protección al inmueble, y que construir un edificio sobre el bien catalogado no es una opción admisible”.

El legislador Vera expuso ante esta decisión judicial: “La obra violaba todo los parámetros urbanísticos que establece el Código de Planeamiento (CPU) para esa zona” y precisó que “esa violación generaba una rentabilidad y valorización de suelo desproporcionada para los propietarios del suelo. La violación del Código de Planeamiento Urbano (CPU) para tomar permisos es algo sistemático en la Ciudad y por eso, por un lado estamos ante un colapso de servicios públicos que lo sufrimos todos, y por otro ante un grupo de empresarios especulando con el suelo y las construcciones”.

Vera sostuvo que “con el nuevo Código Urbanístico lo que quieren es venir a legalizar todos estos permisos ilegales” y añadió que “por eso el ejemplo paradigmático es el caso Roccatagliata”. “Tenemos otros ejemplos de edificios en la Ciudad que no tendrían que estar construyéndose y lo hacen porque cuentan con el aval del macrismo y ahora de Horacio Rodríguez Larreta. Tenemos por lo menos cinco casos más en la Comisión de Planeamiento de la Legislatura que no son tratados”, detalló el representante local.

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