Coca Coca limpia su imagen: retiró el cartel y plantará 60 árboles
La compañía, envuelta en la polémica por la tala de árboles de una plaza que tapaban un cartel publicitario de Coca Cola Life, decidió retirar su marca del lugar, desligándose por completo de los daños causados a la Ciudad, cuya cadena de responsabilidades deberá determinar la Justicia porteña, que ya tomó intervención en el polémico caso.
El cartel, ubicado sobre el túnel de Libertador y Virrey del Pino, ya no contiene avisos. La plazoleta que está en frente, ya no tiene en pie todos sus árboles. Como compensación, el Gobierno porteño exigió a Coca Cola la plantación de 60 nuevos árboles.
Los operarios que los habrían talado fueron demorados e interrogados por la Fiscalía porteña y el hecho reunió el repudió de amplios sectores.
Por si fuera poco, el espacio publicitario contratado por Coca Cola de Argentina hizo pesar sobre la empresa publicitaria un acta por ocupación indebida del espacio público, porque el cartel no tiene permiso del Gobierno porteño.
Lo cierto es que, hasta el momento, las autoridades no pudieron determinar quién es el responsable por la tala de seis árboles que obstruían la visibilidad del cartel.
El titular de la Asociación Argentina de Empresas de Publicidad Exterior, Gustavo Brizuela, cuestiona: “El Gobierno porteño sigue sin controlar los carteles sin identificación y los anunciantes siguen contratándolos, aunque son ilegales. Todo cartel debe estar identificado con el nombre de la empresa que lo comercializa, su CUIT y el número de permiso. El de la polémica hace 30 años que está ahí y no tenía identificación. Eso es un peligro, porque si hay un accidente, nadie se hace responsable”.
El cartel del túnel de Libertador está en un lugar privilegiado para llegar a un público de alto poder adquisitivo y es visible desde 300 metros de distancia. Según datos del mercado, alquilar un cartel así puede costar hasta $ 90.000 por mes.
En tanto, aunque negó su responsabilidad, Coca Cola se comprometió a plantar 60 árboles por los seis que fueron talados. “Tienen que ser ejemplares crecidos, de 3 metros de alto. Aunque creemos que ellos no talaron los árboles de la Plazoleta Eduardo Olivera, sí son responsables de haber contratado un espacio publicitario en un cartel que no tiene permiso de la Ciudad”, precisó Patricio Di Stéfano, subsecretario de Espacio Público de la ciudad de Buenos Aires.