Ciudad iluminó monumentos y edificios emblemáticos de color amarillo para concientizar sobre el cáncer infantil
El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana realizó esta intervención junto a la asociación civil El Otro Me Importa.
El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad de Buenos Aires iluminó este martes entre las 19 hs y la medianoche diversos monumentos porteños de color amarillo en el marco de la campaña para concientizar sobre el cáncer infantil #Amarilloxellos. Se eligió el Obelisco, la Torre Monumental, el Monumento del Congreso, el Pueante de la Mujer (Comuna 1), la Floralis (Comuna 2), la Usina del Arte (Comuna 4).
“Nos sumamos a esta iniciativa iluminando los monumentos más emblemáticos de la Ciudad para llevar un mensaje de concientización sobre la importancia de su prevención y control; pero también para acompañar a las familias que transitan un tratamiento oncológico”, expresó Clara Muzzio, ministra del área.
El color amarillo se utiliza en el mundo para sensibilizar sobre la importancia de los desafíos a los que se enfrentan las niñas, niños y adolescentes que transitan un tratamiento oncológico, explican fuentes oficiales.
El ministerio realiza esta acción en colaboración con la asociación civil El Otro Me Importa, que fue creada en 2019 con el objetivo de inspirar el cambio personal de los individuos como medio para lograr un progresivo cambio social, y poder generar iniciativas y proyectos que permitan conectar a las personas con la posibilidad de ayudar al prójimo, añaden.
En Argentina se diagnostican aproximadamente 1.400 casos de cáncer infantil al año, es decir que entre tres y cuatro niños y niñas menores de 15 años son diagnosticados por día. La leucemia es el tipo de cáncer más común en niños y niñas con un 36% de los casos totales. Generalmente, en comparación con los adultos, los niños y niñas presentan mayor tolerancia a tratamientos agresivos y mejor capacidad de recuperación, detallan autoridades porteñas.
La iniciativa de la asociación “El Otro Me Importa”, además de concientizar sobre el cáncer infantojuvenil, busca “fomentar una cultura de la participación social, potenciar el sentimiento humano básico de ayudar a los demás y de transformar la realidad”