Buscan renombrar a una escuela porteña que recordaba a un sacerdote antisemita por la denominación Ana Frank
El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires iniciará el proceso para la elección del nombre de una escuela del barrio de Colegiales, luego que la Legislatura porteña cancelara su anterior designación, que recordaba a un sacerdote antisemita, para lo cual considerará las propuestas que realice la comunidad educativa.
El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires iniciará el proceso para la elección del nombre de una escuela del barrio de Colegiales, luego que la Legislatura porteña cancelara su anterior designación, que recordaba a un sacerdote antisemita, para lo cual considerará las propuestas que realice la comunidad educativa, que se inclina por la denominación Ana Frank.
Los legisladores derogaron, en la última sesión ordinaria del año y por unanimidad, la validez del acto administrativo por el cual se impuso el nombre de Monseñor Gustavo Franceschi a la Escuela 17 DE 14, publicado en el Boletín Oficial del Consejo Nacional de Educación 421 del 10 de julio de 1967, y dispusieron que la cartera educativa dé comienzo a las “acciones” para acordar una nueva denominación.
La iniciativa nació en 2017 de un grupo de madres y padres del establecimiento de educación primaria situado en Enrique Martínez al 1400, de Colegiales, que plantearon el tema ante la comunidad escolar y ante la Legislatura local, para que “la escuela deje de honrar con su nombre a un antisemita, que fue puesto en una dictadura y apoyó los golpes militares en Argentina”.
“Todas las escuelas celebran a sus patronos en actos escolares. En el marco de esa celebración, se recuerda la obra de la persona honrada con el nombre de la escuela. Es sumamente difícil imaginarse cómo una escuela podría transmitir las palabras, la vida, la obra, de Franceschi”, manifestaron en el proyecto que fue respaldado por el legislador Leandro Halperin, lo que permitió la aprobación.
Gustavo Juan Franceschi, que murió en 1957, fue un periodista y sacerdote que tuvo relevancia en el catolicismo político en Argentina, principalmente como director de la revista Criterio, desde donde impulsó la fundación del Partido Demócrata Cristiano local.
En el proyecto elaborado por el grupo de la comunidad escolar, se destaca que Franceschi “no dudaba en considerar al pueblo hebreo como enemigo interno de nuestro país, pues era de la idea de que el comunismo, el espíritu judaico, la desorganización marxista y la ruina general de la economía ponían en peligro nuestra nacionalidad”.
También, recuerda que en Criterio “Franceschi mostró su postura acerca de que el problema de la democracia radicaba en la exposición del gobierno a la voluntad de la muchedumbre, que entorpecía, modificaba y anulaba su tarea”.
“De lo expuesto puede deducirse que la obra y vida de Franceschi se encuentra atravesada por un profundo desprecio hacia las personas judías y hacia la democracia. La Ciudad de Buenos Aires no puede avalar que una escuela primaria a su cargo honre con su nombre a tal persona”, remarca el texto que tuvo como autores a Laura Saldivia Menajovsky, Lisandro Pelegrini y Pablo Suárez, de la comunidad educativa de la primaria de Colegiales.
En diálogo con Télam, Saldivia Menajovsky celebró la sanción del proyecto en la Legislatura al considerar que “el rechazo al antisemitismo no tiene partido político” y asegurar que “fue una experiencia multipartidaria porque tuvo un consenso transversal” al ser aprobado por unanimidad de los diputados y las diputadas, algo que no suele ocurrir en el Parlamento porteño.
La mujer agradeció a “mucha gente que nos apoyó” con el proyecto, entre los cuales mencionó a historiadores como Daniel Lvovich, Ernesto Bohoslavsky y Olga Echeverría; así como al director del Museo Casa de Ana Frank, Héctor Shalom, y la directora del Centro de Estudios Sociales de la DAIA, Marisa Braylan.
En tanto, será con el inicio del ciclo lectivo de 2022 que también arrancará el proceso participativo para elegir un nuevo nombre a la escuela.
Según comentaron, existe la propuesta para que se llame Ana Frank, la niña judía que se escondió en 1942 de los nazis durante la ocupación de los Países Bajos y escribió durante dos años todo lo que ocurrió en ese período hasta ser descubierta y llevada a un campo de concentración, donde murió en 1945.
“Sería una enorme reparación después de tantos años en que una escuela homenajeó a un antisemita”, afirmaron algunos de los integrantes de la comunidad escolar que, a su vez, consideraron necesario el retiro del área de la dirección del establecimiento de un cuadro con la imagen de Franceschi.