Barrio Cafferata: vecinos piden nuevas LEDS para prevenir el delito
Está ubicado al sur de Parque Chacabuco. Posee cuatro garitas policiales para diez cuadras con dos escuelas públicas. Aún así, muchos vecinos piden mejor iluminación para tener mayor seguridad.
Cae la noche en el Oeste del Parque Chacabuco, en el Barrio Cafferata, de origen obrero y actual zona acomodada de la Comuna 7, territorio que también contiene al variopinto barrio de Flores y es presidido por el comunero del PRO, Guillermo Peña. De lejos, parece la escenografía de un viejo vals criollo: calles de adoquín, horizonte de tejas a dos aguas y farolitos que dan semipenumbra. Lo que parece una fábula porteña, que en su momento inspiró el tango Ventanita de arrabal de Contursi y Gardel, para muchos vecinos despierta alarma. Tanta que acudieron a la Legislatura para pedir iluminación LED y así llevar aún más seguridad a la zona. El representante Hernán Rossi (SUMA+) se hizo eco del reclamo a través del expediente 1893, aún se debate en la Comisión de Obras Públicas.
Aún más porque esta zona de casas bajas con jardines anchos y tardes serenas, en sus diez cuadras (limitada entre Riglos, Estrada, Salas, Bell Ville, Asamblea y José María Moreno) tiene cuatro garitas de la PFA: una en Salas y Riglos; República y Riglos (ambas dan frente a la Escuela N° 22 D.E. 08 Antonio Zinny); Salas e Igualdad; y Estrada e Igualdad (al lado de la Escuela de Jornada Completa Nº 17 D.E. 08 Raúl L. Bernardelli, Estrada 627).
Durante la noche, en la segunda garita citada hace vigilancia el cabo Leiva. Ante Pura Ciudad dijo que la zona “es segura”, hay patrullajes de la comisaría 12 (la zona limita con la 10, lo que a veces trae debates de jurisdicción). “El tema es que la iluminación es vieja y muchos hacen notar que con mejor iluminación va a haber mejor tránsito”, dice.
“Acá son los vecinos los que pagan las garitas. Pagan los servicios adicionales que hacemos nosotros”, explica Soria, vestido de civil. “Es una zona de gente bien, casi ni hay robos y siempre es tranquilo. Tenemos dos garitas frente a la escuela, acá no pasa eso de que agarren a los chicos en la puerta y les roben”, agrega.
Ante Pura Ciudad, varios vecinos, desde los umbrales de sus casas, dijeron que la zona es tranquila, pero esperan nuevas luminarias, más ahora que oscurece más temprano. Jorge vive hace cinco años sobre Bell Ville, casi Asamblea, desde hace cinco años, cuando nació su primer hijo. “Es una zona tranquila, pero los faroles están viejos, vienen bien nuevos, como los que hay sobre las avenidas o la zona comercial de Asamblea y Barco Centenera”, añade.
A tono con los dichos de los vecinos consultados está el texto del legislador Rossi, quien llama a que la Legislatura pida “al Poder Ejecutivo la instalación de luces de Led en el alumbrado público correspondiente al Barrio Cafferata, Comuna 7, como medio de mejorar la seguridad en sus calles”.
Exponen los fundamentos que “este típico barrio de nuestra Ciudad se ve aquejado por la inseguridad, al igual que el resto de la Comuna 7, y la iluminación escasa coadyuva a que los vecinos abandonen los espacios públicos y se recluyan en sus hogares. Esta situación podría menguarse con la instalación de luces de LED en reemplazo de las existentes en el alumbrado público. Este cambio, además de mejorar la seguridad nocturna en el barrio, conllevaría a una baja en el consumo de electricidad”.
A pesar de su presente residencial y de perfil clase para media-alta, Cafferata, con sus 161 viviendas, es la tercera barriada de espíritu obrero en la historia porteña. Tras la Casa Valentín Alsina de Parque Patricios (1919) y el barrio Butteler también en Chacabuco (1910). Cafferatta se levantó entre 1918 y 1921, año de presentación oficial. Fue el primer proyecto de la Comisión Nacional de Casas Baratas (CNCB), creada en 1915 por el diputado conservador Juan Cafferatta (Ley 9677).
“En la conformación del barrio se utilizaron diversas tipologías de viviendas individuales apareadas, resueltas en dos plantas con tejados a varias aguas, jardines y fachadas que, en conjunto, refieren estilísticamente al chalet de tipo inglés o normando, como imagen (casi obligada en aquella época), de lo que “debía ser” una casa digna. El estudio de estas tipologías y de los elementos invariables del barrio (techos a varias aguas, fachadas revocadas, ocupación del suelo), son la base de la normativa elaborada, que busca el mantenimiento de las características arquitectónicas y ambientales que motivaron en primer lugar su declaración como APH”, evocan los fundamentos del texto parlamentario que trata la Comisión de Obras Públicas de la Legislatura local.
También problemas eléctricos
Durante la recorrida de este medio, fueron varios los vecinos que reportaron fallas en el suministro. Daniel vive hace tres años en una casa de Salas y Fraternidad. “Desde hace más de un mes cada tanto se corta la luz durante un minuto y vuelve. Hasta ahora tuve la suerte de
que no se me quemó ningún electrodoméstico”, expone.
Otra vecina, Chela, abuela residente desde hace más de setenta años, vive en República y Riglos. También coincidió con esta situación.
Otros residentes consultados dijeron que cuentan con equipos electrógenos propios ante cualquier tipo de eventualidad. Dijeron que tomaron la determinación luego de problemas registrados durante el verano, donde hubo hogares con varios días continuos a oscuras.
Al momento de hacer la recorrida, se pudieron ver veredas recién instaladas, con cercos de empresas que responden a Edesur.