Barracas: investigan un presunto caso de gatillo fácil por parte de policías de la Ciudad vestidos de civil

Efectivos no uniformados quisieron identificar a un grupo de jóvenes en auto que venían de jugar a la pelota, ellos pensaron que se trataba de un robo y por eso huyeron del lugar, según reconstruyó su familia. La madre del herido dijo que “el daño es irreversible”.

Un adolescente de 17 años fue baleado en la cabeza por efectivos de la Policía de la Ciudad en el barrio de Barracas (Comuna 4) y permanece internado en el Hospital El Cruce con pronóstico reservado. Hay otros tres jóvenes alojados en un instituto de menores. La familia del herido denuncia que se trató de un caso de gatillo fácil, mientras que la institución policial dio como versión inicial que hubo un tiroteo.

El hecho se produjo este miércoles a la mañana y todo comenzó en la calle Luzuriaga. Según reconstruyó la familia, los menores circulaban en un Volkswagen Suran porque volvían de entrenar y probarse en el Club Barracas Central. Dos efectivos de civil quisieron identificarlos al pensar que habían atropellado a una persona o que estaban por cometer un ilícito.

Agregaron que en ese momento los adolescentes pensaron que se trataba de un robo, por eso se asustaron. Dos bajaron del auto y salieron corriendo, otros dos quedaron en el vehículo y el que conducía aceleró. En ese momento, inició una persecución que terminó cuando efectivos balearon el auto por detrás, a la altura de Meana y Alvarado. Según el relato familiar, en un momento paran el auto -con el joven ya herido de bala- y piden ayuda a una policía, quien los hace bajar del vehículo y los reduce para arrestarlos.

El padre de uno de los jóvenes detenidos dijo ante Canal 9: “La Policía dice que los vieron en calidad de sospechosos y que habían atropellado a alguien. Cuando le hicieron la pericia de los chicos y sacaron un arma que terminó siendo de juguete. ¿A ustedes les parece que tengan un arma los chicos? Ellos recién salían de probarse en un club”.

“Le di el auto porque mi mujer no lo pudo traer ahí. Yo pongo las manos en el fuego por mi hijo. Es más, tienen las rodillas lastimadas de haber jugado al fútbol hoy. Incluso, si fueren delincuentes, ellos no hubiesen parado a pedir ayuda a la Policía misma”, agregó.

Sobre el estado de salud del joven baleado, su madre dijo que el panorama es grave: “Lucas está mal, el daño es irreversible. Lo único que me lo puede salvar es un milagro. No quieran implicarlo en nada porque la policía sabe muy bien lo que hizo. Esto fue un caso de gatillo fácil. No tiene que quedar en la nada”.