Actividad física y alimentación para mantenerse en forma durante el otoño e invierno

Durante la práctica deportiva en épocas de bajas temperaturas es tan importante lo que comemos y bebemos, antes y durante el esfuerzo. Una alimentación adecuada permite regular nuestra temperatura corporal y prevenir el aumento de peso causado por el consumo de calorías en exceso.

Tu cuerpo reacciona ante el frío aumentando el gasto energético, el organismo hace un mayor esfuerzo para mantener la temperatura corporal, por lo tanto tenés más apetito y es muy probable que comas más.

Te mostramos una lista de los alimentos para que comienzes a incluir en tu dieta. Te ayudarán a preservar tus defensas y mantenerte enérgico sin aumentar de peso

Cereales y derivados:

Los alimentos que contienen carbohidratos son fundamentales en la dieta de un atleta ya que brindan la mejor energía para hacer actividad física.
En tus meriendas y desayunos incluí pan integral, galletitas integrales o yogur con cereales sin azúcar. En almuerzos y cenas, podés optar por arroz o pastas integrales. Estos alimentos tienen un valor nutritivo extra al preservar las vitaminas y minerales que se encuentran en la cáscara de los granos.

Frutas de estación:

Son indispensable por su aporte de vitamina C (ayuda a reforzar las defensas). En el desayuno podés preparar un jugo de naranja o comer un pomelo con un poco de azúcar o edulcorante. Después de las principales comidas, agregá un kiwi o una mandarina como postre.
La vitamina C colabora en el mecanismo de defensa ante posibles agente infecciosos, potenciando el sistema inmunológico de tu cuerpo.También actúa como protectora frente a las agresiones de los radicales libres (responsables del envejecimiento precoz) y mantiene el buen estado de las células del cuerpo.

Legumbres:

Intentá agregarlas lo más que puedas en tu plan de nutrición. La ventaja principal en que podés comerlas tanto el guisos como en ensaladas. Por ejemplo: un guiso de lentejas con papa, cebolla y tomate o una con ensalada estas legumbres, huevo, zanahoria etc.
Son recomendables para la recuperación de los entrenamientos ya que te ayudan a reparar los músculos dañados por el ejercicio por su aporte de proteínas. Además son abundantes en hidratos de carbono, fibra, vitaminas y minerales. No le agregues alimentos con grasas (ej: chorizo colorado) en el caso que hagas guiso.

Frutas secas:

Ideales para llevar al trabajo y agregar entre comidas a modo de colación. Pueden ser: nueces, almendras, avellanas, maní, pasas de uva o lo que quieras agregarle. Contienen vitaminas y grasas saludables. Además, te brindan esa energía extra que necesita tu cuerpo para mantener la temperatura corporal sobre bajas temperaturas.
En las dietéticas podés comprar un mix con los frutos secos a elección.

Pescado:

Es otro aliado para pasar el invierno. Te aporta proteínas y grasas que no aumentan tus niveles de colesterol como el Omega 3 y 6. Algunas opciones recomendadas son el salmón y la merluza.
No te olvides agregar carnes rojas, pollo y lácteos para adquirir más proteínas. Recordá que las carnes deben ser cortes magros y los productos derivados de la leche deben ser descremados.

Las verduras también son fundamentales durante todo el año. Nunca dejes de incluirlas en tu dieta. En invierno u otoño aumentá el consumo de acelgas, espinacas, calabaza, coliflor, brócoli y puerros (verduras de estación).