90 años en Villa Urquiza: reabre la sala de cine del Centro Cultural 25 de Mayo

Será accesible parar hipoacúsicos.

El Centro Cultural 25 de Mayo del barrio porteño de Villa Urquiza (Triunvirato 4444, Comuna 12), construido hace 90 años, reabre su histórica sala de cine este 10 de marzo.

Los vecinos y usuarios digitales pueden elegir qué película ver el día del estreno. En BA Participación Ciudadana están las tres opciones: Camila; Yo soy así, Tita de Buenos Aires; Recreo.

Fuentes oficiales destacan que esta sala tendrá un sistema que permita la audición sin interferencias para hipoacúsicos. Esta instalación se logró porque fue uno de los proyectos ganadores de la edición 2017 de BA Elige.

El autor de este proyecto es Héctor Pantusa, expresidente de la Mutualidad Argentina de Hipoacúsicos: “Los hipoacúsicos sufrimos una muy cruel discriminación: no tenemos acceso pleno a la cultura”.

Dijo, consta en la web oficial de BA Elige, que el sistema más sencillo, económico y fácil de utilizar, “que ayuda a la comprensión del lenguaje oral a hipoacúsicos”, es el Sistema Amplificador de Aro Magnético. Y agregó que este elemento es donado en su casi totalidad por la Mutualidad Argentina de Hipoacúsicos bajo su programa “Sin Barreras”.

La Ley porteña N° 1.870 establece “la obligatoriedad de la instalación de un sistema que permita la audición sin interferencias para hipoacúsicos en todos los cines y teatros de la Ciudad de Buenos Aires”.

En 2018 se cumplieron 10 años de la reinauguración del CC 25 de Mayo, por impulso de la comunidad de Villa Urquiza. La sala, primero como cine, se fundó el 23 de mayo de 1929, hace 90 años (la piedra fundamental se colocó el 25 de mayo de 1925).

El sitio oficial de Turismo de la Ciudad destaca: “El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires logró que ese sueño se haga realidad y reabrió las puertas de este emblemático espacio en 2008 como cine, teatro y centro cultural. Su primera inauguración fue en 1929 y por allí pasaron figuras de la talla de Carlos Gardel y Edmundo Rivero. También fue escenario de eventos sociales de la época. Su esplendor le valió la denominación de Petit Colón de Buenos Aires”.

“Del auge pasó al abandono, y durante años fue desaprovechado. El capítulo de la reconstrucción incluyó adelantos tecnológicos y modernización, pero siempre preservando su valor patrimonial. Todo un símbolo que volvió a brillar. La imponente sala principal con 800 butacas, los palcos recuperados y la fosa de orquesta reconstruida conforman una impresionante atmósfera que conmueve a todos los espectadores”, se agrega.

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